Por
lo que respecta al final de Jesús, los musulmanes están tan tranquilos
como por lo que al principio se refiere, los musulmanes creemos que Jesús
no fue muerte ni crucificado (crucificar a una persona es matarle sobre la
cruz) porque Dios vino en su rescate y le salvó de los enemigos. Dios
coronó su misión en la tierra liberándole de la muerte violenta y
elevándole en honor y gracia.
La
mente del musulmán tiene muy clara esta cuestión. El Corán ha resuelto las
disputas, de una vez por todas. la creencia de que Jesús fue crucificado suscita
un número de interrogantes inevitables. Podemos presentar ahora algunas de
ellas:
1 ¿Corresponde a la justicia, la misericordia, el poder y la sabiduría de
Dios la crucifixión de Jesús tal como conciben las iglesias
cristianas?
2 ¿Es justo por parte de Dios, o por parte de cualquier otro, que alguien se
arrepienta de los pecados o faltas de los demás, de cuyos pecados no es
culpable el que se arrepiente?
3 ¿Es coherente con la misericordia y la sabiduría de Dios creer que Jesús
fuera humillado y ejecutado, en la forma que se dice que
fue?
4 ¿Constituye cumplimiento de la promesa de Dios (defender a Sus aliados y
proteger a Sus amados) que Jesús fuera abandonado de esa forma, hasta
convertirse en presa fácil de los enemigos de Dios? ¿Debe tomarse esto
como una manera de satisfacer las obligaciones propias o como precedencia
al respetar la palabra?
5 ¿Es justificable y adecuado creer que Dios, el más indulgente, fuera
incapaz de perdonar a Adán su pecado hasta que Jesús pueda expiarlo con su
propia sangre?
6 ¿Cuántos discípulos fueron realmente testigos de la supuesta crucifixión
de Jesús y cuáles fueron sus reacciones? ¿Puede ser cierto lo que dice
Mateo (26:56) de que todos lo discípulos le abandonaron y huyeron? ¿Es
este el criterio de la integridad y carácter de tan buenos discípulos, de
tan gran maestro? Sólo se refiere estuviera presente en la escena el amado
Juan. Pero cuánto tiempo estuvo presente y cuánto necesitaba el condenado
para morir en aquellos días? De acuerdo con varias fuentes históricas
dignas de crédito, generalmente hacían falta varios días para que el
condenado muriera en la cruz. Pero ¿por qué fueron sólo unas pocas horas,
no los pocos días habituales en el caso de Jesús?
¿Y por qué murió en la cruz, cuando sus otros dos compañeros le
sobrevinieron?
7 ¿Puede imaginar un creyente que Jesús (que era uno de los cinco Profetas
de Dios más decidido y persistente), hablara a Dios desde la cruz en la
manera que se dice habló, en un tono de reconvención o, por mejor decir,
de ansiedad? ¿Es propio de un Profeta distinguido como Jesús decir a Dios
en un momento de prueba que Dios le ha abandonado? ¿Debe tomarse como
modelo o procedente dirigirse a Dios, o reaccionar de ese modo, ante las
difíciles experiencias?
8 ¿Fue Dios, el más misericordioso, el más compasivo y el más alto, incapaz
de perdonar los pecados de los hombres, excepto infringiendo esta supuesta
crucifixión cruel y sumamente humillante, a uno que no solo era inocente,
sino que se había dedicado a Su servicio y causa de la manera más notable?
¿Es esta la aplicación de la misericordia y piedad de Dios o el reflejo de
Su justicia y amor?
9 Aunque Dios envió muchos Mensajeros y Enviados, ¿Por qué esperó todo este
tiempo, dejando la sangre humana manchada con el pecado de Adán, hasta que
viniera Jesús para purificar la sangre humana de este
pecado?
10 ¿Qué
será la situación de los discípulos de los otros mensajeros y enviados de
Dios que eran procedentes a Jesús . Irán al infierno porque sus sangres
están machadas con el pecado de Adán o irán al paraíso porque han seguido
los mensajeros y enviados de Dios? El estudio de las circunstancias que
envolvían la época, el comportamiento de las autoridades mundanas, las
reacciones populares, el concepto de Dios, el estado del hombre, el
objetivo de la religión y la vida- el estudio de todo ello puede provocar
estudios interesantes, similares a los que he mencionad-.
Mientras
no se encuentre una explicación satisfactoria a estos interrogantes, el
creyente no puede sentirse seguro, ni disfrutar de autentica paz de
espíritu. Por eso puede ser oportuno que todas las partes interesantes
llevan a cabo un serio estudio del caso, y emprenden investigaciones más
profundas.
Ahora
vamos a ver si Jesús estaba dispuesto para morir en la
cruz:
Pedro
y los dos hijos de Zebedeo estaban con Cristo antes que los
ancianos de la gente y los sacerdotes vinieran a prenderlo para
crucificarlo. Jesús entonces habló con Pedro y los dos hijos de Zebedeo, tal como se
encuentra en Mateo 26:38:
"Entonces
les dijo: triste está mi alma hasta la muerte; quedaos aquí y velad
conmigo"
Luego
Jesús se alejó un poco de ellos y le rezó a Dios. Mateo
26:39:
"Y
adelantándose un poco se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre
mío, si es posible, pase de mí este cáliz, sin embargo, no se haga como yo
quiero, sino como quieres tu"
Es
bastante claro, desde el punto de vista del versículo arriba mencionado en
Mateo 26:39, que Jesús no tenía intención de morir. De este versículo se
desprende que Jesús estaba rezando con gran fuerza (Mateo menciona que
repitió esta plegaria tres veces) y pidiendo que la muerte sea alejada de
él. Si Jesús hubiese sido enviado para ser crucificado no dudaría en
absoluto en ser muerto.
Cuando
les relato esto a mis hermanos cristianos, ellos me dicen que esta duda
proviene de su naturaleza humana (en otras palabras fue tentado) y que su
alma, recta y divina, no tuvo duda alguna. Cuando observamos en
Mateo 26:38 vemos que Jesús contradice esta idea diciendo: "…triste
está mi alma hasta la muerte" (Mateo 26:38)" Él mismo dice que es realmente su alma la que duda y
no su cuerpo. Estas son palabras del propio
Jesús.
Dios
responde las plegarias de Jesús
Después
que Jesús realizó su plegaria, tal como se señala arriba, él recibió
respuesta de Dios. Así vemos en Hebreos 5:7: "Habiendo
ofrecido en los días de su vida mortal oraciones y súplicas con poderosos
clamores y lágrimas al que era poderoso para salvarle de la muerte, fue
escuchado por su reverencial temor".
Estas
palabras claramente enseñan que cuando Jesús estaba rezando fuertemente a
Dios, Dios le garantizaría respuesta a su ruego. La frase: "…fue
escuchado por su reverencial temor" (Hebreos
5:7) significa que Dios le concedió lo que él pedía. Así, el versículo
anterior enseña que cuando Jesús le pidió y rogó a Dios que pase de él "este
cáliz" (Mateo 26:39), Dios respondió a sus rezos y lo salvó de la muerte o de la
crucifixión.
CONCLUSION:
El
lector habrá de ser ahora precavido para no llegar a conclusiones erróneas.El musulmán no cree en la crucifixión de Jesús por sus enemigos porque la base de esta doctrina de la
crucifixión es contraria a la misericordia y a la justicia divina, igual
que la lógica y dignidad humana. Esta falta de creencia de los musulmanes
hacia Jesús, ni rebaja el alto rango de Jesús en el Islam, ni tan siquiera
pone en duda su calidad de Profeta distinguido de Dios. Por el contrario,
al rechazar esta doctrina, el musulmán acepta a Jesús con mayor estima y
respeto y considera su mensaje original como parte esencial del Islam. Por
eso declaramos un vez
más que, para ser musulmán, toda persona ha de aceptar y respetar a todos
los Profetas de Dios sin ninguna discriminación.
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