El
último pilar y una de las más hermosas instituciones del Islam es el Hayy
o Peregrinación a la Meca. Al Hayy es obligatoria, al menos una vez en la
vida, para todo musulmán hombre o mujer, en buen estado mental, financiero
y físico.
El
musulmán en edad responsable, que goce de buena salud y sea económicamente
capaz y solvente, debe realizar El Hayy por lo menos una vez en su
vida.
Por
seguridad financiera entendemos en este caso que debe contar con medios
suficientes para cubrir sus propios gastos y los de las personas a su
cargo y para pagar sus deudas, si las tiene, hasta poder llegar al término
de Al Hayy.
Al
Hayy es otra característica única del Islam. Ha sido precrita por Dios
para servir múltiples fines, entre los que se encuentran los
siguientes:
1. Constituye la máxima convención anual de Fe en la que los musulmanes se
reúnen, para conocerse entre sí, estudiar los asuntos comunes y promover
su bienestar general. Constituye, además, la mayor conferencia regular de
paz conocida en la historia de la humanidad. La paz es el tema dominante
de Al Hayy, paz con Dios y con la propia alma, paz con
los demás y con los animales, paz con los pájaros, e incluso con los
insectos. Está severamente prohibido turbar la paz de alguien y de alguna
criatura, de cualquier modo o manera.
2. Constituye una saludable demostración de la universalidad del Islam y de
la humanidad e igualdad de los musulmanes. Los musulmanes de todos los
senderos de la vida, de todas las profesiones y clases y de cada rincón
del globo se congregan en la Meca en respuesta a la llamada de Dios. Todos
visten con la misma sencillez, observan idénticas reglas, dirigen las
mismas súplicas en el mismo momento, de igual manera y para un idéntico
fin. No existen privilegios, sino lealtad de todos a Dios. No hay
aristocracia, sino humildad y devoción.
3. Reafirmar el compromiso de los musulmanes para con Dios y su prontitud en
abandonar los intereses materiales en servicio Suyo.
4. pone a los peregrinos en conocimiento del entorno espiritual e histórico
del Profeta Muhammad ( PBSE) para que puedan percibir cálidas
inspiraciones y fortalecer su Fe.
5. Sirve para conmemorar los rito divinos observados por el Profeta Abraham e
Ismael (Ibrahim e Ismail) a quienes se conoce como los primeros peregrinos
a la primera casa de Dios en la tierra, es decir, la Ka’ bah en la Meca (
Makkah).
6. Constituye un recordatorio de la gran asamblea del día del Juicio cuando
los pueblos sean iguales ante Dios en espera de su destino final y cuando
nadie podrá pretender superioridad de raza o linaje. Recuerda igualmente
el hecho de que en todo el mundo existente, sólo la meca fue honrada por
Dios como centro del monoteísmo desde el tiempo de Abraham, y de que
continuará siendo el centro del Islam, la religión del monoteísmo puro,
hasta el final de los tiempos.
En
la realización del Al Hayy puede observarse fácilmente que se trata de un
medio de enriquecimiento espiritual y fortalecimiento moral, un medio de
intensa devoción experiencia disciplinaria, una manifestación de intereses
humanitarios y conocimiento inspirador- Todo ello reunido en una sola
institución del Islam.
Conviene
resaltar también que Dios es el único destinatario de todo este camino de
devoción. Los musulmanes viajan a la Meca para gloria de Dios, no para
besar una piedra ni adorar a un hombre o a una semidivinidad. Besar o
tocar la Piedra Negra de la Ka’bah es una acción facultativa, no una
obligación ni una prescripción. Quienes besan o tocan la Piedra Nagra no
lo hacen porque depositen su fe en ella, o la atribuyen cualidades
supersticiosas. Su fe descansa sólo en Dios. Besan o tocan o apuntan a la
Piedra simplemente como demostración de respeto o como símbolo de amor al
Profeta Muhammad (PBSE), que colocó la piedra en los cimientos de la Ka’bah, cuando su reconstrucción
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