El
camino que llevó a Assilmi del cristianismo a defensora del
Islam.
Assilmi
solía ser una protestante bautista del sur, una de las primeras feministas
radicales, y una periodista de radio. Ahora Aminah Assimil es una
embajadora del Islam. Directora de la Unión Internacional de Mujeres
Musulmanas, Aminah considera Fairfield, Ohio, su casa. Viaja por el pais
dando charlas en universidades, aumentando la conciencia y comprensión de
la fe. LLeva un velo (hijab) tradicional islámico, lo cual incluye un
pañuelo en la cabeza que le cubre el pelo y el cuello y ropa modesta de
manga larga. No hace mucho, en la universidad de Tenessee, habló en un,
casi lleno, Salón de baile del Centro de la Universidad, patrocinado por
la asociación de estudiantes musulmanes de UT. Assilmi habló de la
posición de las mujeres en el Islam, "Una mujer musulmana habla desde
detrás del velo". Y en la Universidad de Farragut, la charla de Assilmi,
patrocinada por El Club de Tendencias Naturales (organización de
estudiantes musulmanes de Farragut), fue "Justicia y Libertad para todos".
En esta charla explicó por qué cree que "el Islam es el primer movimiento
de liberación de la mujer y los derechos dados por Dios, tanto al hombre
como a la mujer.
"Assilmi
amonesta a los críticos que dicen que las mujeres están oprimidas en
algunos paises predominantemente musulmanes. Asegura que sus prácticas son
culturales, no islámicas.
",
dijo. " Estos sólo siguen las prácticas culturales. No juzguéis al Islam
según aquellos individuos que han practicado unicamente como su familia".
Pero Assilmi tanbién dijo al público que no siempre había sido musulmana y
una del Islam, habiendo conocido sus primeros "verdaderos musulmanes"
cuando se alistó a una clase de teatro en la universidad . Assilmi dijo
que casi deja la clase cuando entró en la clase y vió a algunas
estudiantes árabes con el hijab (velo) tradicional. En el libro que
escribió, "Choosing Islam" (eligiendo el Islam), Assilmi dice:
"
De ningún modo me iba a sentar en una habitación con sucios
no-creyentes..... Cerré la puerta y me fui a casa". Después de que su
marido la alentó a volver a la clase de teatro, Assilmi pensó que era su
obligación "convertir a los pobres ignorantes musulmanes". Con la
esperanza de convertir a los estudiantes al cristianismo, Assilmi empezó a
estudiar El Corán, el libro sagrado del Islam, en un intento de demostrar
que Mohammed era un profeta falso y de que el Islam no era una religión
válida. Pero cuanto más leía, más se interesaba en el Islam. Sobre todo le
interesaba lo que el Islam decia sobre los hombres y las mujeres. Ella
pensaba que las mujeres musulmanas estaban mal tratadad por sus maridos,
incluso que les pegaban con libertad.
Assilmi
afirmó que sus opiniones estaban basadas en estereotipos. Muy pronto
descubrió que estas ideas no tenían nada que ver con El Corán. A través de
un intenso estudio, dijo que había descubierto que las mujeres musulmanas
se comportan igual que los hombres y que se les paga de acuerdo con el
trabajo que hacen. Tanto los hombres como las mujeres tienen derecho a una
educación. Las mujeres en el Islam, desde hace más de 1.400 años, tienen
el derecho de tener su propiedad, y cuando una mujer se casa, no cambia de
apellido, sino que conserva el de su padre. Assilmi dijo a su auditorio:
"Nos mantenemos como individuos claros.
"Durante
dos años estudié para convertir a los musulmanes al cristianismo". dijo.
Pero durante ese tiempo, Assilmi empezó a cambiar. Su marido empezó a
notar que había perdido interés en ir a fiestas o a bares. Se sentía bien
en casa leyendo El Corán. "Estaba tranquila y más distante", escribe
Assilmi en su libro.. Su marido atribuyó los cambios a otro hombre y se
separaron. Después de mudarse con sus tres hijos, un lider musulman que
contestó a todas sus preguntas sobre la fe. Le preguntó si creía en un
sólo Dios y Assilmi dijo que sí. Le preguntó si creía que Mohammed era su
mensagero, y de nuevo dijo que sí. "Entonces me dijo que ya era musulmana.
Discutí que yo era cristiana. Sólo intentaba entender el Islam. ¦ No podía
ser musulmana, soy americana y blanca!
Continuamos
hablando. Después me explicó que el obtener conocimiento y obtener
espiritualidad es un poco como subir una escalera". El primer peldaño de
la escalera era Shahadah, una afirmación de que no hay más que un Dios y
que Mohammed es Su mensajero. La Shahadah, delante de un testigo, es, en
la fe islámica, el equivalente cristiano de la afirmación de creer en
Jesucristo es el Señor y Salvador.
Hacer
Shahadah en 1977 fue, para Assilmi el primer paso hacia un profundo
entendimiento del Islam. Pero aún tenía algunos problemas, como el hijab.
Hijab es la ropa modesta que llevan tanto el hombre musulmán como la
mujer. La característica más reconocible es el pañuelo en la cabeza que
llevan las mujeres. " Estaba de acuerdo con ser modesta, pero estaba
orgullosa de mi pelo," contaba Assilmi a su auditorio. "El Corán nos dice
que nos tapemos para ser reconocidos como musulmanes," decía Assilmi. "Yo
soy musulmana y sé cuales son mis derechos otorgados por Dios. Hijab no es
un requisito o restricción, sino que es un derecho y un privilegio.
Lucharé hasta la muerte por llevarlo. Dejé de luchar por la libertad de la
mujer, no me llenaba - me hice musulmana...."
Liberación,
¡sí!, eso es el Islam, dice Assilmi, que adoptó su nombre durante la
crisis de los rehenes en Irán, lo cual ocurrió en 1980-81. Durante esta
crisis, en la que 52 americanos fueron retenidos como rehenes en Iraán,
con el apoyo de Ayatollah Khomeini. Assilmi habló en la radio y en la
televisión, denunciando el incidente y explicando que "no todos los
musulmanes son fanáticos". Adoptó su nuevo nombre "para proteger a mi
familia de la ignorancia." Ya no usa su otro nombre en ninguna
circunstancia. Assilmi afirmó que las mujeres musulmanas no están
limitadas por su religión en el mundo profesional. Sin embargo, "la
profesión más poderosa es ser madre, porque formamos la mente de la
generación venidera," Las mujeres musulmanas, dijo, son a menudo victimas
de descriminación debido al hijab.
En
este pais la vida es muy dificil para las mujeres musulmanas. Por esto,
algunas mujeres llevan tipos diferentes de hijab. Por ejemplo, algunas
usan ropa modesta y suelta, otras usan el pañuelo a la cabeza, tapando el
pelo y el cuello, otras tienen el corage de llevar un velo en la cara, con
el que sólo se ven los ojos. "En algunos paises musulmanes les parece
mejor cubrirse la cara para no atraer la atención de los hombres
innecesariamente."
Según
Assilmi, la importancia del hijab es preservar el valor sagrado del
matrimonio en el Islam, "mi belleza es sólo para mi marido, no para otros
hombres", dijo. Pero los hombres también deben adherirse a ropa modesta.
Por ejemplo, un hombre musulman no debe usar seda u oro o ningún tipo de
ropa que pueda "exponer su sexualidad."
Assilmi,
ganadora de premios como periodista de radio en Denver, perdió su trabajo
cuando empezó a vestirse con ropa de musulmana. Afirma que la persecución
es intensa. "Ya se me había echado antes, pegado, y yo nunca había
levantado la mano a nadie." Intentó incluso llevar un velo en la cara,
pero "no pude aguantar la experiencia."
El
momento definitivo vino cuando intentó cobrar un cheque en su banco, con
el velo en la cara. Un guardia de seguridad del banco la apuntó con el
revolver, preparándose a disparar si hacía algún movimiento sospechoso.
Para Assilmi, su trabajo como periodista no fue lo único que perdió cuando
aceptó el Islam. Una vez perdido su matrimonio, también perdió la custodia
de sus hijos, porque el juez decidió que una religión "no ortodoxa" podría
ser dañina para ellos. Pero desde entonces, Assilmi nos cuenta que sus
hijos se han convertido al Islam, como lo han hecho también sus padres y
su ex-marido. "Algunos otros parientes míos, de un lado y de otro, se
están haciendo musulmanes", nos dice.
A
través de su trabajo como directora del "International Union of Muslim
Women" (Unión Internacional de las Mujeres Musulmanas), Assilmi está
intentando conseguir que pongan la fiesta musulmana de "Eid" en un sello
de los E.E.U.U., e intenta mejorar la imagen del Islam a través de
proyectos como "Walk and Roll America", para sacar fondos para "American
Red Cross Disaster Relief". Disfruta trabajando con la juventud,
cualquiera que sea su fe. Assilmi trabaja para proveer a los jóvenes
quinceañeros que están encerrados en sus casas hasta que sus padres llegan
del trabajo, con actividades después del colegio.
Assilmi
ha cenado con el Papa Juan Pablo II. Incluso rezó en la comida que
compartieron con otros dirigentes religiosos cuando el Papa visitó Denver
con ocasión de una reunión de jóvenes católicos. Ahora, después de "más de
medio siglo" y habiendo sobrevivido cancer de hueso, Assilmi ha hecho dos
peregrinaciones a La Meca, el viaje santo que los musulmanes deben hacer,
por lo menos una vez al año. El cancer debilitó sus huesos y ahora utiliza
una silla de ruedas para "mejorar" sus movimientos.
"Dios
decidió que continuase viviendo", dijo. "Dejé de tener miedo de todo. Se
convirtió en algo muy importante el que dijese la verdad por todas partes.
Tendré que darle cuentas a Dios por todo lo que hice y dije. "Soy feliz
compartiendo el Islam". ¿Quiere esto decir que el Islam es una religión
evangélica? Según Assilmi, la respuesta es no. "No es evangélica. No se
nos permite ir por ahí, intentando convertir a la gente. En el Islam, esto
está visto como una persecución o molestia. Nosotros respetamos las
religiones de todo el mundo. Extendemos el Islam a través de nuestro
ejemplo."
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